martes, 1 de febrero de 2011

Una inmigracion correcta en Costa Rica

Por una politica migratoria positiva en Costa Rica

Un país que se precia es igual a un hogar decente, solo acepta invitados y cuando se trata de un huésped, este debe aportar indefectiblemente al crecimiento a la economía familiar. De igual manera solo se debe lidiar con el familiar problemático. El huésped problemático no existe. Dios proteja nuestro hogar, Costa Rica.


La Política Inmigratoria es una de las herramientas de gobierno más potentes a la hora de producir cambios profundos en una Comunidad.
Mediante la inmigración, se puede inyectar en la población elementos dispuestos a integrarse al Pueblo y que, con su ansia de trabajo y su capacidad creativa, realicen aportes positivos que beneficien a toda la sociedad en su conjunto. Pero la Política Inmigratoria también puede ser una herramienta que en malas manos, puede utilizarse para degradar, someter y hasta hacer desaparecer completamente a un Pueblo. Lamentablemente, nuestra Clase Política optó por ésta última opción.

Hoy en día la inmigración cumple un rol completamente negativo para nuestra sociedad. No apunta a la atracción e integración de aportes migratorios positivos, sino que es un factor de aumento de la delincuencia y la violencia, de ocupación ilegitima de hogares y terrenos, de degradación social, educativa y sanitaria de barrios completos, de destrucción del trabajo en Costa Rica y del saqueo del sistema de ayuda social. No es una herramienta para el Pueblo Tico, sino para el clientelismo político, los delincuentes y el narcotráfico.

No es cierto, como se suelen afirmar los demagogos, que "no existe" una Política Migratoria. Que actualmente la inmigración sea un factor de degradación social, no es por la inexistencia de normas y decisiones gubernamentales. La actual Política Inmigratoria es así a propósito. Para beneficio político y económico de unos pocos, y a costa de los trabajadores costarricenses.

Actualmente no se tiene en cuenta la capacidad de recepción de personas de nuestro país, no se tiene en cuenta el impacto en la economía que se produce al recibir grandes cantidades de inmigrantes. No se tiene en cuenta la identidad étnica de los costarricenses y la capacidad y la voluntad de integración de los inmigrantes. No se regula la inmigración según las necesidades reales de la sociedad, ni se apunta a atraer a determinados inmigrantes discriminándolos positivamente de otros; les da lo mismo un ingeniero nuclear sueco que un violador serial, o cualquier otra escoria. No se tiene en cuenta al Pueblo costarricense, solo se tiene en cuenta los intereses de la Clase Política y de la clase históricamente beneficiada por ella: la clase de los delincuentes de turno.

¿A quién beneficia el descontrol inmigratorio?

En principio, a la Clase Política, a la que más allá de los discursos partidarios más o menos diferentes, sólo le interesa ganar elecciones para vivir a costa del Pueblo durante algunos años.

El ingreso de millones de marginales al país es visto a través de los ojos de la Clase Política como el ingreso de potenciales millones de votos. A ellos no les interesa que sean delincuentes, que establezcan industrias ilegales que destruyen la industria nacional, y que no puedan ni estén dispuestos a integrarse a la Comunidad. Mucho menos les interesa que se trate de miles de indigentes. De hecho, para ellos es mejor así: quien no tiene nada puede ser comprado por poco. Es así que con promesas de adquirir bonos de viviendas, terrenos y dinero gratis, la Clase Política los atrae al país y los organiza a través de cabecillas en asentamientos a lo largo y a lo ancho de todo el territorio nacional. De los costarricenses tradicionales pobres y desocupados, obviamente ni se preocupan. Por costarricenses tradicionales entendemos a aquellos ciudadanos que no necesitan de una cedula de identidad para demostrar que son ticos.

El hecho de que gran parte de los inmigrantes que son atraídos al país sean delincuentes, parias, sin ninguna formación profesional no les molesta para nada. De hecho, en esos casos el beneficio se multiplica: la entrega de una población autóctona costarricense a la delincuencia masiva-invasiva-foránea la mantiene convenientemente en un estado patológico de nervios y encierro constante, le quita capacidad de reacción y la acostumbra al sometimiento. Delincuentes por supuesto que también son los que conforman los Grupos de comunicación y opinión al servicio del régimen. Ambas son formas de Terrorismo de Estado tercerizado que pocos se atreven a denunciar. Por otra parte, la Clase Política suele financiar sus campañas políticas a través de los delincuentes claves cuyos capitales están debidamente establecidos en el país, mismos capitales que nadan en pozos de sangre. La entrega masiva y gratuita de ayudas a inmigrantes ilegales y su inmediata legalización - les permite votar- esto es otro indicador de que lo único que busca la Clase Política con este tipo de inmigración es beneficiarse a sí misma.

A ellos no les interesa que ingresen trabajadores, ellos solo necesitan delincuentes y votos.
Dentro del mundo delincuencial, otros grandes beneficiados son los explotadores, que salvo pocas excepciones, pertenecen a las principales comunidades de inmigrantes extranjeros: chinos, nicas, jamaiquinos, dominicanos, colombianos, etc. Estos criminales se manejan con sus propias redes de tráfico de personas, en complicidad con la Clase Política y con las redes de corrupción extendidas a través del Estado, que van desde simples gendarmes de frontera hasta munícipes o fiscales. Muchos de estos esclavistas se dedican a traficar mujeres para prostituirlas en el país, y es ampliamente sabido en los barrios afectados por la inmigración, que uno de los principales flagelos de este problema es la proliferación de prostíbulos clandestinos.
A ellos no les conviene una Costa Rica trabajadora, sino una Costa Rica esclava.

¿A dónde vamos si seguimos con la actual Política Inmigratoria Negativa?

La actual Política Inmigratoria esta canalizada principalmente a través de la tentación de la obtención de terrenos y dinero sin trabajar, o la participación de las actividades económicas ilegales. Esto genera una selección negativa: se atrae al delincuente, al traficante y al explotador. También se atrae al extranjero indigente, que no representa un peligro de por sí como en los casos anteriores, pero que dada la enorme cantidad de Ticos pobres y desocupados, no estamos actualmente en condiciones de recibir. Estos últimos entonces terminan engrosando las filas de los delincuentes, o de los explotadores o explotados de las industrias ilegales, de los adictos al clientelismo político... o de todo junto.

Organismos de ayuda social son creados por la Clase Política para construir un discurso artificial que le permita continuar con este tipo de situaciones. Bajo una jerga en apariencia humanitaria, estas entidades humanitarias deciden a quién se puede discriminar y a quien no, que se puede decir en voz alta y que no, que se puede pensar y que no. Es un órgano de Represión del Pensamiento diseñado para evitar la protesta popular y el debate sincero y sin tabúes de temas como la inmigración o la delincuencia. La Clase Política no solo no ignora la solución de la cuestión del descontrol inmigratorio y su relación la industria ilegal esclavista, la prostitución, la delincuencia, el clientelismo, y todos los problemas que esto causa a los Costarricenses, sino que hasta se da el lujo de crear “organismos humanitarios” para que no nos atrevamos a protestar contra ello.
Y esto genera una importante pregunta, dirigida especialmente a estas instancias humanitarias y a quienes se adhieren a sus teorías represivas: ¿Serán ellos tolerantes cuando la minoría seamos nosotros los ticos?

¿Que exige el Pueblo Costarricense?
Se necesita de una Política Inmigratoria Positiva con urgencia. Queremos que la Inmigración vuelva a ser, como en la época de nuestros abuelos, una Herramienta Política para beneficio del Pueblo y de las generaciones futuras, aplicando en principio cuatro puntos básicos:


1- La Selección de los Inmigrantes: La integración de extranjeros a nuestra sociedad debe apuntar solo a quién esté dispuesto, y sea capaz, de realizar un aporte útil a nuestro Pueblo mediante su esfuerzo, su trabajo o sus conocimientos. La selección del inmigrante debe realizarse según las necesidades de la economía local, y no según los problemas de las economías extranjeras. El objetivo de la Inmigración debe ser aportar a la Nación, no perjudicarla. No se requiere de un exceso de sentido común para suponer que una política INTELIGENTE de inmigración implica aceptar en primer lugar a aquellos individuos que provengan de países con un amplio desarrollo demostrado históricamente. Aceptar en primer lugar a personas que provengan de países que a través del tiempo han dado aportes trascendentales al desarrollo de la civilización. Por el contrario la misma INTELIGENCIA nos aconseja reducir casi al mínimo la entrada de individuos que provengan de países paupérrimos, ya que la experiencia nos demuestra que estos contingentes de individuos tampoco en nuestro país van a significar aporte alguno al desarrollo del país. Se ha dicho a manera de propaganda que USA ha sido un país de inmigrantes, cosa totalmente incorrecta. USA fue fundado por colonos que partieron de cero y en su lucha tenaz y solitaria dominaron el medio y levantaron un país a su imagen. Los inmigrantes por el contrario llegaron, (siempre lo hacen) cuando ya ese país estaba perfilado, pacificado y domesticado. De modo que colono e inmigrante son cosas muy distintas. También se aplican hoy día en el discurso políticamente correcto de las clases dominantes, los términos xenofobia, racismo, exclusión, etc. Pero estos son términos parecen aplicados únicamente a individuos de origen Europeo, y se les olvida que los indígenas americanos, y otros pueblos se opusieron tajantemente a los Europeos que llegaban a sus tierras en una actitud que también hoy podríamos tachar de xenofobia y racismo. Dicho de otra forma, resulta que solo es racismo, xenofobia y exclusión cuando los inmigrantes no son de origen Europeo. Ahora bien, se dirá que los delincuentes y los parias pueden venir de cualquier parte, ¡correcto! Pero en términos generales, la mayoría proceden de países quebrados.
La inmigración delincuencial, de narcotraficantes, elementos de países quebrados, solo por interés clientelista debe ser abolida para siempre. No debe permitirse ingresar al país a personas con antecedentes criminales, sin un nivel de preparación, o con intenciones de enriquecerse a costa nuestra sin aportar nada a cambio.

2- La Limitación en la Cantidad de Inmigrantes: La cantidad de inmigrantes recibidos no debe constituir una amenaza a la integridad de nuestra economía. Una economía puede absorber solo un número limitado de nuevos trabajadores, y un número de inmigrantes que supere esa capacidad significaría cargar en las espaldas del trabajador costarricense el peso del mantenimiento de miles de desocupados extranjeros.

Se debe apuntar a integrar al inmigrante a nuestra comunidad productiva: por eso solo se puede recibir el número de inmigrantes que logre soportar y necesite nuestra economía.

3- El Respeto por la Identidad Étnica y Cultural: Costa Rica no es simplemente una suma numérica de individuos. Somos un Pueblo ligado históricamente por una identidad y una cultura común. Las Naciones Aborígenes y africanas que nos acompañan en nuestro Territorio también tienen sus propias identidades étnicas y sus modos culturales propios que deben ser respetados. Cada Pueblo del mundo es único e irrepetible. Todo esto debe ser respetado. Entonces empecemos por respetarnos a nosotros mismos asumiendo con lógica y sentido histórico nuestra singularidad de pueblo del valle central y sus comarcas afines. Debemos, ante todo, empezar por obviar el discurso políticamente correcto, pero falso, que ahora se nos obliga a aceptar.

La inmigración no debe ser invasiva: debe enriquecernos, pero no reemplazarnos. Debe apuntarse a atraer a trabajadores afines a nuestra identidad étnica y cultural, fácilmente integrables a nuestro Pueblo. No nos equivoquemos, no necesariamente la cercanía geográfica con otro pueblo implica afinidad cultural, el ejemplo está a la vista.

El inmigrante no debe automarginarse formando "comunidades" extranjeras, (caso de los chinos) sino que debe estar dispuesto a integrarse plenamente a la Comunidad Popular o, en su efecto, optar por otro huésped.

4- Deportación inmediata del Inmigrante Agresor: Los inmigrantes ilegales, los que se dediquen a actividades delincuenciales, a la explotación esclavista o a la prostitución, o los mantenidos por el Trabajador costarricense a través de sus impuestos, deben ser deportados a sus países de origen. También debe exigirse Juicio y Castigo para la Clase Política que lucra con la situación de estos inmigrantes, para sus contactos, para los explotadores, y para todos los integrantes de las redes de corrupción que lucran con la inmigración negativa.

Hagamos que la palabra "Inmigración" deje de ser una mala palabra. Luchemos por una política inmigratoria Popular, basada en el espíritu del Trabajo, de la Identidad y de la Integración. Ayudemos a los necesitados en sus propios países, para que estos no tengan que pasar por la humillación de mendigar en nuestro país, trayendo además con ellos su miseria y frustración.

NOTA: Este un articulo escrito por un allegado a la F.R.N.A., tal cual nos parecio muy bueno y adecuado como para publicarlo. Agradecemos a M.C. por su colaboracion y la conciencia que ha tomado conrespecto la realidad nacional.


FRENTE RESISTENCIA NACIONAL AUTONOMA.
Del activismo juvenil a la revolucion social.
Disciplina = Fuerza

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